CÁLCULOS RENALES, SÍNTOMAS, CÓMO SE PRODUCEN Y CÓMO PREVENIRLOS
Los riñones se encargan de remover los desechos y líquidos del cuerpo para hacer la orina, en ocasiones cuando tienes exceso de algún desecho y no tienes suficiente líquidos en la sangre, estos deshechos pueden acumularse en tus riñones, es lo que llamamos cálculos renales ó piedras en los riñones.
Las piedras en los riñones se forman cuando las sales y los minerales de la orina se concentran en demasía y se cristalizan; en semanas o meses, los cristales pueden agrandarse y formar piedras.
Los cálculos renales pequeños (menos de 5 mm) pueden pasar por el tracto urinario y ser eliminados por la orina con muy poco o ausencia de dolor. Sin embargo, los cálculos grandes suelen ser muy dolorosos, pueden impedir el flujo de la orina, provocar presencia de sangre en la misma y otros síntomas. También pueden llegar a causar problemas en los riñones y en el tracto urinario.
Entre los factores que favorecen la formación de los cálculos renales podemos mencionar: el exceso de peso corporal, la alimentación, algunas afecciones médicas y ciertos medicamentos.
Los cálculos renales, normalmente no causan síntomas hasta que comienzan a desplazarse a los uréteres (conductos que conectan los riñones y la vejiga) o a los riñones; esto puede producir espamos en el uréter, lo cual suele ser muy doloroso. Cuando un cálculo renal se queda alojado en los uréteres, puede bloquear el flujo de orina e incluso hacer que los riñones se hinchen.
Algunos de los siguientes signos y síntomas que pueden causar los cálculos renales son:
- Dolor o sensación de ardor al orinar.
- Orinar con mayor frecuencia, necesidad constante de ir al baño, la orina suele salir en pequeñas cantidades.
- Dolor intenso o punzante debajo de las costillas y la espalda.
- Dolor en la parte baja del abdomen.
- Orina turbia, en ocasiones de color rosa, rojo o marrón y con olor fuerte.
- En ocasiones puede presentarse fiebre y escalofríos, sobre todo si hay infección.
Los cálculos no producen daños permanentes si se detectan oportunamente. Expulsar los cálculos renales puede ser bastante doloroso; según el caso, puede ser suficiente con tomar analgésicos y mucha agua. Sin embargo, en ciertos casos, sobre todo cuando los cálculos se alojan en las vías urinarias, pueden producirse infecciones de las vías urinarias y otras complicaciones, donde es necesario recurrir a una cirugía.
Por ello es importante acudir al médico cuando se presentan algunos de los síntomas, para abordar el problema a tiempo con el tratamiento adecuado y/o prevenir infecciones. Así mismo, se recomendaran ciertas medidas preventivas para disminuir el riesgo de tener cálculos renales.
Entre las recomendaciones para prevenir los cálculos renales podemos destacar:
- Ingerir al menos 3 litros de líquido diarios: básicamente agua y zumos de frutas o algunas infusiones.
- Cambios en la dieta: evitar alimentos con contenido de calcio y oxalato (café, cacao, cola, frutos secos, trigo,etc), en ciertos casos también se recomienda reducir la ingesta de carnes, pescados y aves.
- Una vez evaluado al paciente, se pueden prescribir ciertos medicamentos para prevenir la formación de piedras y controlar las cantidad de ácidos en la orina. Como la administración de diuréticos y otros fármacos que ayudan a reducir la cantidad de calcio en los intestinos y evitar que se filtren a la orina.